Juan se lanzó marchándose al norte.
Iba en busca de una vida digna.
Cruzando México por valles y por montes,
iba Juan lleno de fe.
La historia es que Juan se iba a casar
con María, embarazada
pero él no tenía ni un centavo
ni un clavo que darle.
Pero este Juan iba muy decidido
y a la frontera llegó con todo el filo.
Se conectó con el mero mayor de los coyotes
y la historia le contó:
"Mire usted que yo quiero cruzarme ya
a San Diego o Chicago
dígame usted lo que hago
qué precio le pago".
Juan ya nunca regresó, en la línea se quedó.
¡Pobre Juan!
O la migra lo mató,
o el desierto lo enterró.
¡Pobre Juan, oh, oh, oh, oh!
Juan le enseñó al coyote una foto de María
con la cual se casaría.
Le prometió que él regresaría
para formar todo un hogar.
Pero el coyote a Juan lo traicionó
dejándolo al olvido.
De tres balas se tronaron a Juan.
¡Pobre de Juan! no regresó.
Juan ya nunca regresó.
En la línea se quedó.
¡Pobre Juan!
O la migra lo mató ,
o el desierto lo enterró.
¡Pobre Juan!
Y María lo fue a buscar
y ella nunca lo encontró, desapareció. Oh...